Signos de inflamación de pancreatitis aguda y crónica en imágenes de Resonancia Magnética Y Tomografía Computarizada para su diagnóstico y categorización

Signos de inflamación de pancreatitis aguda y crónica en imágenes de Resonancia Magnética Y Tomografía Computarizada para su diagnóstico y categorización

El siguiente texto muestra una sección de los detalles para el diagnostico de Pancreatitis Aguda y Crónica según los signos “suaves” y “fuertes” que se pueden encontrar durante la interpretación de las imágenes obtenidas por Tomografía Computarizada y Resonancia Magnética.

La Pancreatitis Aguda y Crónica (AP Y CP) tienen diferencias ínfimas, aunque para este estudio se analizan de manera separada. AP es casi tres veces más común como el cáncer de páncreas y su incidencia ha aumentado en los últimos 10 años por la prevalencia incrementaste de la obesidad o por detecciones no claras, ya sea por infección o por trauma. El diagnostico diferencial entre agudo y crónico tiende a la duración de los síntomas, aunque estos pueden ser pocos claros, por lo que se usa la inflamación pancreática como signo estándar.

En un caso Agudo, donde después de que el páncreas estalle, no debe de haber inflamación residual que debe durar como máximo 6 meses. Después de este lapso, se cataloga como Crónico, donde existe un ciclo continuo de inflamación sin que regrese a un estado normal. Factores como alcoholismo crónico y el consumo de nicotina aumentan el riesgo de padecer Pancreatitis Crónica, que suele ocurrir como secuela a la Pancreatitis Aguda.

Clínicamente, la AP se divide en leve, moderada y severa. Morfológicamente, se clasifica en intersticial edematoso (IEP) y pancreatitis aguda necrótica (NAP).

La fase temprana de la AP, dentro de la primera semana, se acompaña por la inflamación del páncreas, la fase tardía comienza en la segunda semana puede durar meses, donde se considera moderada a severa, mostrando una inflamación persistente y que sugiere de un caso de necrosis, NAP. En la generación de imágenes seccional cruzada, muestra una inflamación a lo largo de los ligamentos gastrohepático y/o falciformes.

Clínicamente, para establecer un diagnóstico de AP, se requieren dos de tres criterios:

  1. Dolor característico epigástrico
  2. Incremento de concentración de lipasa y/o amilasa en sangre sérica.
  3. Características en la tomografía o resonancia magnética de la AP.

Por un lado, la obtención de imágenes por tomografía y resonancia no son prerrequisitos para un diagnóstico, y son usadas cuando los laboratorios se retrasan o se identifican complicaciones después de 48-72 horas del inicio de la terapia. Debido a que la AP tiene origen biliar en un 40% de los casos, se usa el ultrasonido como punto de partida. Sin embargo, no es satisfactorio para la evaluación del páncreas, pues este carece de una capsula, y estructuras fuera del páncreas pueden ser equivocadamente pasadas por lesiones.

El uso de tomografías es frecuentemente la modalidad más utilizada, pues permite una rápida examinación de todo el abdomen/pelvis, excluyendo síntomas que se parecen a otras causas de dolor abdominal. Sin embargo, la radiación durante el embarazo y en mujeres en edad fértil puede ser contradictorio, de modo que la Resonancia Magnética es preferible. Comparando la tomografía con la resonancia, la tomografía es más rápida, con mejor tolerancia, más accesible y con mejor resolución temporal y para la detección de calcificaciones pancreáticas.

Morfológicamente, la Pancreatitis Aguda que se separa en Intersticial Edematoso (IEP) y Pancreatitis Aguda Necrótica (NAP) se separan en casos leves y severos, respectivamente. Dentro de la obtención de imágenes seccional cruzadas de la IEP aparece como una hinchazón parenquimal difusa o focal, con fluidos densos o señales intensas en Tomografía y en Resonancia Magnética respectivamente. 

Dentro de la tomografía, existen tres patrones distintos de necrosis:

  1. Del páncreas y del tejido peri-pancreático.
  2. Limitada al tejido peri-pancreático.
  3. Necrosis involucrando solo el páncreas.

Luego del diagnóstico, existen posibles complicaciones, tanto locales como sistémicas, incluyendo sangrado peritoneal, pseudoaneurisma, formación fistular pancreática, hipertensión portal extrahepática, obstrucción renal, entre otros. En adición, tanto la tomografía como la resonancia pueden predecir una falla multiorgánica.

Bastati, N. Kristic, A. Poetter-Lang, S. Messner, A. Herold, A. Hodge, J. Schindil, M. Ba-Ssalamah, A. (2021) Imaging of inflammatory disease of the pancreas. Recuperado el 12/07/2021. Disponible en la web: https://www.birpublications.org/doi/pdfplus/10.1259/bjr.20201214